APLICAMOS ESTRATEGIAS PARA LA CAPTACIÓN Y RETENCIÓN DE CLIENTES EN LAS TIENDAS FÍSICAS
Pedir un crédito al banco: Pedir un préstamo a un banco es una de las opciones más fáciles y usadas por el ecosistema empresarial español. De hecho, según la Confederación Española de Sociedades de Garantía RecÍproca (CESGAR), el 82% de las pymes que necesitaron financiación durante 2017 acudieron a las entidades bancarias. Créditos comerciales, líneas de crédito, préstamos bancarios… todos ellos productos que las pequeñas y medianas empresas requirieron (y requieren) para llevar a cabo su actividad. BBVA está simplificando los procesos de financiación corporativa, desarrollando un modelo de gestión que permite ofrecer límites de crédito a 170.000 empresas y pymes no clientes para las que hay disponible 30.000 millones de euros, gracias al ‘big data’.
‘Business
Angels’: Los ‘Business Angels’ o
inversores privados son personas físicas con capacidad de inversión y que
poseen conocimientos sobre el mundo empresarial, que impulsan el desarrollo de proyectos
empresariales con alto potencial de crecimiento, aportando
capital y valor añadido a la gestión en sus primeras etapas de vida. Estos
inversores ayudan a los emprendedores con los niveles de riesgo y la falta de
liquidez en las etapas iniciales de la constitución de la empresa. En España,
la Asociación de Redes de Business Angels (AEBAN) tiene como misión principal promocionar la actividad de estos
inversores y sus redes en el territorio español.
Fondos de
capital riesgo: Los fondos de capital riesgo son una fórmula de
financiación muy utilizada por ‘startups’ y empresas innovadoras que están
experimentando un proceso de expansión que requieren
de inversión. Estos fondos son gestionados por sociedades anónimas especializadas que
invierten sus recursos financieros en las empresas, con el objetivo de vender
su participación en un futuro y obtener, así, beneficios. Muchos de ellos están
formados exclusivamente por empresas de capital privado, pero, también, por
grandes empresas, bancos o la propia Administración Pública.
Aceleradoras
e incubadoras de ‘startups’: Este tipo de instituciones se encargan de acoger
a una serie de ‘startups’ y acelerar su crecimiento, ayudándoles en su etapa
inicial a configurar su modelo de negocio, su estrategia de captación de
clientes y a captar financiación. Las aceleradoras surgieron a raíz del gran
interés del mundo empresarial público y privado en el mundo tecnológico y están
destinadas a acelerar el desarrollo y crecimiento de ‘startups’ en etapas
avanzadas, mientras que las incubadoras las apoyan en su momento fundacional. BBVA Momentum, el
programa de apoyo al emprendimiento social de BBVA, ofrece acompañamiento
estratégico, ‘mentoring’, visibilidad, ‘networking’ y funciona como puente entre emprendedores e inversores de impacto
social, que estén interesados en financiar a las empresas participantes, para
que éstas aumenten su impacto positivo y puedan beneficiar a un mayor número de
personas. Y, por ello, es un buen ejemplo de lo que implica ser una aceleradora
de ‘startups’.
‘Factoring’:
Orientada a las pymes, esta alternativa de financiamiento
consiste en un contrato mediante el que una empresa traspasa el servicio de
cobranza futura de los créditos y facturas existentes a su favor y, a cambio,
obtiene de manera inmediata el dinero de esas operaciones, aunque con un
descuento determinado.
Subvenciones
y ayudas públicas: La Administración Pública no
financia proyectos empresariales de forma directa, pero sí pone a disposición
de los emprendedores diferentes subvenciones y ayudas que permiten la
financiación del negocio. Para acceder a ella es necesario
cumplir una serie de requisitos que pueden variar en función de la ayuda
solicitada. La mayoría de ellas están destinadas a proyectos de innovación y
tecnológicos, que busquen la internacionalización o que pertenezcan a un sector
que la Administración quiera impulsar con fondos públicos, como el de las
empresas verdes. La Dirección General de Industria y de la Pyme ofrece
diferentes ayudas según la actividad y el ámbito de actuación de la empresa.
También, ofrece diferentes consejos para poner en marcha un negocio.
‘Bootstrapping’:
El ‘bootstrapping’ hace referencia a la financiación de
proyectos a través de los ahorros propios de los fundadores y de ingresos
generados de la facturación, sin depender de financiación externa como
inversiones o préstamos. Esta fórmula, popularizada a raíz de la crisis
económica de 2008, requiere disminuir las expectativas a corto plazo e invertir
todos los esfuerzos en conseguir ingresos para, posteriormente, revertirlos en
el crecimiento del negocio.
Campaña de
‘crowdfunding’: El micromecenazgo, financiación
colectiva o, simplemente, ‘crowdfunding’, es una forma de financiación
colectiva y colaborativa, y puede convertirse en una gran baza a la hora de
conseguir fondos para un proyecto. El ‘crowdfunding’ consiste, así, en poner en
contacto a los emprendedores que necesitan financiación con diferentes
inversores que quieran apostar por la empresa. Normalmente, este tipo de
procesos se llevan a cabo de forma ‘online’ a través de diferentes plataformas
en las que se describe el proyecto, la cantidad necesaria, el beneficio que
saca el inversor si lo hubiera, etc. El portal Statista prevé que, en
2018, las campañas de ‘crowdfunding’ conseguirán 9.370 millones de dólares
(unos 7.990 millones de euros), lo que supondrá un crecimiento del 43% frente
al año anterior.
‘Bartering’: El intercambio de servicio o ‘bartering’ supone llegar a acuerdos comerciales con otras empresas, a través de la obtención de un beneficio sin intercambio monetario. Aunque no es un sistema de financiación directo, ayuda a reducir costes fijos y puede suponer un ahorro que puede ser empleado en cubrir otras necesidades. No obstante, esta opción deja algunos aspectos negativos: crea una relación de dependencia entre las empresas y se asume el riesgo de que alguna de ellas no cumpla con el acuerdo. Existen dos tipos de ‘bartering’:
Presentar el proyecto a un concurso: Existen cada vez más citas, concursos o eventos en los que a las empresas pueden presentarse en busca de financiación. Una de las más importantes es BBVA Open Talent, la competición ‘fintech’ más grande del mundo, que tiene como objetivo identificar nuevas empresas de tecnología financiera con gran potencial en sus fases tempranas de desarrollo, con frecuencia en etapa de ‘seed capital’.
Pedir dinero a familia y amigos: Esta opción, conocida en inglés como ‘family, friends and fools’, a pesar de no ser la más utilizada, es una forma de conseguir financiación sin tener que acudir a fondos privados. Una de las ventajas que aporta es la rapidez con la que se obtiene la financiación, y, además, no requiere garantías. Sin embargo, si el proyecto no funciona, se pone en riesgo la imagen personal de los emprendedores.
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